Se acabó la sequía… pero no la crisis hídrica en la frontera
Ciudad Victoria, Tamaulipas.– Luego de uno de los periodos más prolongados de sequía en su historia reciente, Tamaulipas logró salir casi por completo del estado de emergencia, revelan datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Sin embargo, la frontera norte del estado sigue en crisis, con afectaciones severas para el campo y los distritos de riego.
Según el Monitor de Sequía de México, en mayo de 2024, el 97.7% del territorio tamaulipeco estaba afectado por algún grado de sequía.
El 53% enfrentaba sequía extrema y un 8.5% vivía una sequía excepcional, mientras solo un 1.5% del estado estaba libre de afectación.
Un año después, la situación cambió, ya que al 30 de junio de 2025, el 97.7% del estado ya no presenta ningún grado de sequía, y solo dos municipios permanecen con afectación.
Este cambio fue impulsado principalmente por la presencia de fenómenos como las tormentas tropicales Barry y Flossie, que dejaron lluvias superiores al promedio en varias regiones del país, incluyendo partes de Tamaulipas.
Pese al alivio generalizado, el norte de Tamaulipas no ha logrado recuperarse, especialmente en la cuenca del Río Bravo, que mantiene una fragilidad estructural y arrastra un déficit hídrico de décadas.
El secretario de Recursos Hidráulicos del estado, Raúl Quiroga Álvarez, explicó que la región enfrenta un panorama incierto:
“Estamos en época de huracanes, pero no es normal. Desde el huracán Alex en 2010 no se presenta uno en esa zona. Apostamos a una bendición de Dios, pero no es sencillo, no va a ser fácil”.
Según Quiroga, el agua almacenada en las presas solo permite cubrir el uso público urbano, es decir, el suministro para la población. Los distritos de riego, como el 025, no cuentan con disponibilidad alguna.
“Estamos en una situación crítica. Tenemos volúmenes solo para otorgar el uso público urbano, y eso de forma estrecha. Los distritos de riego, si no se recuperan las presas, no tendrán agua”, alertó.
Sobre el Tratado de 1944, que regula el intercambio de agua entre México y Estados Unidos, Quiroga aclaró que Tamaulipas no es deudor; al contrario, sufre junto con Texas por la falta de agua en la cuenca alta del río Bravo.
“Tamaulipas no tiene deuda. La tiene el país. Nosotros, igual que Estados Unidos, somos receptores del agua que debe bajar desde la cuenca alta”, explicó.
Ante las presiones del gobierno estadounidense, reiteró que México no puede entregar agua que simplemente no existe.
“Nadie está obligado a lo imposible. México quiere cumplir, pero si no tienes físicamente la disponibilidad, pues es así: nos la manda Diosito”, sentenció.
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